바로가기 메뉴 본문 바로가기 주메뉴 바로가기
Presentación

Avisos de la Embajada

  1. Presentación
  2. Avisos de la Embajada
  • Font Size

[COVID-19] La lucha de Corea contra COVID-19 III

DATE
2020-04-28


Más información : http://ncov.mohw.go.kr/en/  Sede Central de Control de Enfermedades de Corea (pagina web inglés)


La comunidad mundial se enfrenta a una crisis sin precedentes con la propagación de COVID-19. Nos gustaría compartir las experiencias y lecciones aprendidas de Corea en nuestra lucha contra COVID-19, con la esperanza de que esta información ayude a otros en su lucha contra COVID-19 con las mínimas interrupciones en nuestras vidas diarias.


 


Abordaremos brevemente la situación actual de COVID-19 en Corea y explicaremos nuestra respuesta a la crisis basada en los principios básicos de apertura, transparencia y valores democráticos, así como nuestra estrategia de control eficaz para probar, rastrear y tratar.


Explicaremos en profundidad nuestra campaña TRUST, que significa Transparencia, Responsabilidad, Unidad de Acción, Ciencia y Juntos en solidaridad. El mundo es un lugar diverso con muchas culturas y valores diferentes, pero creemos que "CONFIANZA" puede ser un principio rector universal que otros países pueden aplicar en su lucha contra COVID-19.


Y, por último, propondremos que la única forma de combatir esta pandemia se basa en una alianza global que requiere una estrecha cooperación de todos los países. El virus no conoce fronteras y no discrimina: el mundo debe unirse para superar con éxito esta amenaza común para la humanidad.


 


Al comienzo del brote, las exhaustivas pruebas realizadas a personas en situación de riesgo en el epicentro de Daegu, la tercera ciudad más grande de Corea, dieron como resultado un aumento de cientos de nuevos casos cada día. La República de Corea respondió rápidamente para localizar y poner en cuarentena a todos los contactos de los casos confirmados, y estas rápidas medidas impidieron eficazmente que el virus se propagara a otras regiones sin tener que cerrar toda la ciudad. Esto permitió a las personas en otras áreas de Corea continuar sus actividades económicas con precauciones prudentes, reduciendo así en gran medida los efectos perjudiciales en la economía y su vida cotidiana.


Los nuevos casos confirmados por día han disminuido constantemente desde su máximo de 909 el 29 de febrero. Desde mediados de marzo, el número diario de pacientes que se recuperaron por completo, dieron negativo para COVID-19 y fueron dados de alta en hospitales o centros de tratamiento (en rojo), ha superado el número de nuevos casos confirmados (en azul).


Sin embargo, seguimos atentos ya que somos conscientes de que los picos esporádicos y el aumento de los casos de viajeros que llegan al país pueden dar lugar a nuevos brotes.


 


Cada país se enfrenta a sus propios retos políticos, sociales y económicos, pero las experiencias de Corea podrían aportar valiosos conocimientos y sentar las bases de estrategias de control eficaces que reduzcan al mínimo las perturbaciones en la vida cotidiana de las personas.


Antes de explicar la respuesta de Corea al COVID-19, nos gustaría poner en contexto que Corea es una sociedad democrática vibrante y que su economía depende del comercio internacional y el flujo de personas, bienes y servicios. Corea tiene un sólido sistema de atención de salud pública que se fortaleció después de experimentar el SARS en 2003 y el MERS en 2015, así como una de las infraestructuras de información y comunicaciones más avanzadas del mundo. Los coreanos también tienen un alto nivel de conciencia cívica que guía sus comportamientos, especialmente en tiempos de crisis, practicando activamente el distanciamiento social y tomando voluntariamente las medidas de precaución necesarias.


Tales factores permitieron y, en cierta medida, obligaron al gobierno coreano a adoptar un enfoque más preventivo, riguroso e innovador, respetando los valores democráticos y manteniendo la apertura y la transparencia. La estrategia de control de COVID-19 de Corea se puede resumir en 3 acciones principales: probar, rastrear y tratar.


 


La sólida capacidad de pruebas diagnósticas se encuentra en el centro de nuestra estrategia de control. Nuestra capacidad actual de pruebas de diagnóstico es de hasta 20,000 pruebas por día, y hasta el 30 de abril, se han realizado más de 619.000 pruebas de COVID-19. Esto ha sido posible gracias a la rápida autorización de los equipos de prueba desarrollados por las empresas de biotecnología, la rápida transferencia de tecnología a los sectores relevantes y la estrecha cooperación entre las instituciones públicas y privadas para facilitar las pruebas a gran escala.


Actualmente, las pruebas COVID-19 se llevan a cabo en 118 instituciones de pruebas en todo el país, incluidos los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Corea (KCDC), las Estaciones Nacionales de Cuarentena, los Institutos de Investigación de Salud Pública y Medio Ambiente y otros laboratorios y hospitales médicos privados.


El Gobierno de Corea se aseguró de que el público tuviera acceso fácil y rápido a las pruebas, al tiempo que se protegía la seguridad de los trabajadores médicos de primera línea mediante la introducción de estaciones de pruebas para conductores y de tipo ‘cabinas telefónica’ o ‘Walk-thru’.


Las pruebas son gratuitas para pacientes sospechosos que son remitidos por médicos o cualquier persona que haya estado en contacto con un caso confirmado, independientemente de su nacionalidad.


 


El Gobierno de Corea está rastreando enérgicamente a aquellos que han estado en contacto con casos confirmados, utilizando el historial de transacciones de tarjetas de crédito, imágenes de CCTV y datos GPS de teléfonos móviles cuando sea necesario, dentro del alcance de nuestra legislación nacional (Ley de Control y Prevención de Enfermedades Infecciosas)*. Se hace todo lo posible para proteger cualquier información personal, y sólo se revela al público información relevante y anónima, para alertar a otros que puedan haber estado en contacto con pacientes confirmados.


Todos los contactos identificados a través de investigaciones epidemiológicas se someten a pruebas de COVID-19, se ponen en autocuarentena y se asignan a los trabajadores sociales a través de la "Aplicación de seguridad y protección de autocuarentena", que permite a los funcionarios vigilar sus síntomas dos veces al día y ser alertados cuando rompen la autocuarentena mediante el seguimiento de su GPS.


* La información requerida por el público para prevenir la propagación de enfermedades infecciosas puede divulgarse bajo la 'Ley de Control y Prevención de Enfermedades Infecciosas'. La divulgación se limita estrictamente a los datos relevantes y necesarios para la prevención de enfermedades infecciosas y son anonimizados para proteger la información personal de acuerdo con las directrices proporcionadas por KCDC.


 


Dado que la infección por COVID-19 puede manifestarse mediante síntomas leves o sin síntomas, priorizamos la detección temprana a través de la detección preventiva y el seguimiento riguroso de los contactos, seguido de un tratamiento en la etapa más temprana posible para aumentar la probabilidad de recuperación. Como resultado, la tasa de letalidad de COVID-19 en Corea es muy baja, del 2,29% (hasta el 30 de abril).


Al comienzo del brote, todos los pacientes confirmados fueron ingresados ​​en hospitales para evitar la propagación en la comunidad, pero de inmediato aprendimos que incluso el sistema de atención médica más robusto se quedaría rápidamente sin capacidad. Para asegurarse de que los recursos de cuidados críticos estuvieran disponibles para las personas en condiciones graves, se estableció un Sistema de Gestión de Pacientes, donde una red de profesionales médicos clasifica a los pacientes en cuatro grupos en función de su estado y los asigna a los centros de atención adecuados. Para gestionar la afluencia repentina de casos, el gobierno designó 67 hospitales para tratar exclusivamente a pacientes con COVID-19.


Los pacientes con síntomas leves son alojados en instalaciones de cuarentena temporales llamadas Centros de Tratamiento de Vida, y son revisados ​​por profesionales de la salud al menos dos veces al día. Los pacientes en grupos moderados, severos y extremadamente severos se colocan inmediatamente en hospitales designados según la categoría.


 


El Gobierno de Corea adoptó medidas para gestionar el posible riesgo del tráfico transfronterizo, no con una prohibición general de entrada, sino con una adaptación y un ajuste continuo de las medidas destinadas a controlar y rastrear a los viajeros que entran en el país. Esas medidas incluyen procedimientos especiales de entrada, una aplicación móvil de autodiagnóstico, pruebas obligatorias y autocuarentena durante dos semanas de todos los viajeros entrantes.  


También se aplicaron medidas especiales para impedir que COVID-19 saliera de Corea, como la prohibición la salida de cualquier persona en régimen de autocuarentena, y el Programa de Aeropuerto Libre de COVID-19, que incluye un programa de control de la temperatura en tres etapas para los pasajeros que salen del país.


 


Todos los esfuerzos y medidas para combatir COVID-19 que hemos tratado hasta ahora en esta presentación se plasmaron inicialmente en nuestra campaña CONFIANZA, que significaba:


-Transparencia,


-Examen riguroso y cuarentena,


-Soluciones únicas pero de aplicación universal,


-Control estricto,


-y Tratamiento.


 


Después de la primera campaña de TRUST o CONFIANZA que representa todas las medidas específicas tomadas cuando la propagación estaba en su apogeo, evolucionamos TRUST en un principio rector que puede aplicarse universalmente en base a todas las experiencias y duras lecciones que hemos aprendido.


TRANSPARENCIA


Desde la etapa inicial de COVID-19, el gobierno coreano intentó mantener al público plenamente informado. Desde el primer día, se han celebrado diariamente dos reuniones informativas para la prensa con interpretación simultánea en lenguaje de signos. Estas sesiones informativas se transmiten en vivo por Internet (www.arirang.com) con interpretación simultánea en inglés para los televidentes internacionales. También se proporciona información relevante a través de aplicaciones móviles y alertas de texto.


RESPONSABILIDAD


Los gobiernos deberían tomar todas las medidas disponibles para contener la propagación de COVID-19 y al mismo tiempo mitigar los riesgos sociales y económicos. Además de los enérgicos esfuerzos de prueba, rastreo y tratamiento, el gobierno coreano está implementando políticas macroeconómicas expansivas, así como medidas de estabilización financiera por valor de 100 mil millones de dólares para aliviar la carga sobre los propietarios de microempresas y los autónomos y para apoyar a las empresas que se enfrentan a la escasez de liquidez. Además, independientemente de la nacionalidad, el gobierno coreano proporcionó pruebas gratuitas para todos los pacientes sospechosos que tuvieron contacto con casos confirmados o remitidos por los médicos y tratamiento gratuito para todos los pacientes confirmados para no dejar a nadie atrás en nuestra lucha contra COVID-19. También contribuyó efectivamente a contener la propagación a través de pruebas exhaustivas de todas las personas sospechosas.


La responsabilidad civil constituye otro pilar fundamental para la lucha contra COVID-19. Las medidas preventivas y la comunicación transparente del gobierno coreano aumentaron la confianza y la conciencia del público, lo que resultó en una participación activa en la higiene personal y el distanciamiento social. También dio lugar a una afluencia de apoyo de voluntarios cuyas actividades van desde la desinfección de lugares públicos hasta la distribución de alimentos y paquetes de atención a los que se encuentran en cuarentena.


UNIDAD DE ACCÍÓN


La unidad de acción del gobierno, las instituciones de investigación y las empresas privadas ha allanado el camino para el desarrollo rápido, la aprobación rápida y la producción en masa de kits de prueba. También permitió a Corea suministrar rápidamente kits de prueba a otros países.


Corea también ha mantenido una perspectiva de Gobierno en su conjunto. Desde que se elevó al más alto nivel la alerta sanitaria de COVID-19, se ha establecido el Comité Central de Gestión de Crisis, presidido por el Primer Ministro y compuesto por todos los ministros relevantes, 17 provincias y ciudades principales, para permitir la asignación y reasignación rápida de recursos para el control de enfermedades. Esto también nos ha permitido ajustar y ajustar rápidamente nuestras medidas con un mínimo de perturbaciones.


CIENCIA y VELOCIDAD


El gobierno coreano aplicó tecnologías innovadoras, como las estaciones de prueba para conductores y las estaciones al aire libre, para obtener una respuesta rápida. Recientemente, Corea también inició un estudio de cohorte prospectivo sobre casos domésticos de COVID-19 en estrecha colaboración con la OMS, con la expectativa de que los estudios clínicos, epidemiológicos e inmunológicos puedan contribuir a los esfuerzos internacionales para combatir el COVID-19 y proporcionar bases científicas para la elaboración de directrices y recomendaciones.


JUNTOS en solidaridad


En un espíritu de solidaridad, las naciones deben trabajar juntas para compartir las mejores prácticas y coordinar las medidas financieras y de salud pública, preservar la estabilidad financiera, desarrollar curas y vacunas y, al mismo tiempo, reducir al mínimo las perturbaciones en el comercio y las cadenas de suministro mundiales, especialmente de productos médicos esenciales como PPE ( Equipo de protección personal) y kits de prueba.


Corea se compromete a compartir su información, mejores prácticas y lecciones aprendidas con la comunidad internacional. Corea también se opone a la xenofobia y la discriminación.


 


La comunidad internacional se enfrenta a una crisis mundial sin precedentes con la propagación del COVID-19, que ha paralizado o acabado la vida de las personas infectadas por el virus, ha restringido el movimiento de personas, ha cerrado fronteras, ha perturbado las redes mundiales de suministro y distribución y ha propagado el pánico y la xenofobia.


Como ha declarado el Secretario General de la ONU, somos tan fuertes como el sistema de salud más débil. Para vencer la COVID-19 y recuperarse de la devastación que ha causado, se necesita un nivel de cooperación y solidaridad global sin precedentes. Ningún país estará completamente seguro hasta que el mundo entero se recupere.


 


La República de Corea ha logrado contener la propagación inicial del virus y estamos ayudando activamente a nuestros socios internacionales con las mejores prácticas, la experiencia adquirida, datos, suministros y otros recursos.


El gobierno coreano también está celebrando consultas telefónicas y de video bilaterales y multilaterales con muchos países, a varios niveles y sectores, como las Agencias de Control y Prevención de Enfermedades, para intercambiar información y formular una respuesta coordinada.


Estamos haciendo todo lo posible para satisfacer la demanda de equipos y suministros médicos en otros países mediante el aumento de la capacidad de producción nacional. Corea ya ha suministrado kits de prueba a más de 100 países y está brindando también asistencia humanitaria a países con sistemas de salud menos desarrollados.


 


El presidente Moon Jae-in participó en la Cumbre Extraordinaria Virtual del G20 el 27 de marzo, presidida por Arabia Saudita, para avanzar en una respuesta global coordinada.


Durante la Cumbre, el Presidente Moon hizo las siguientes propuestas para fortalecer la coordinación de la respuesta política a la crisis COVID-19.


- Compartir datos clínicos, experiencias de cuarentena y trabajando juntos para desarrollar curas y vacunas,


- Apoyar a las naciones con sistemas de salud menos desarrollados,


- Adoptar políticas macroeconómicas expansivas, fortaleciendo la red de seguridad financiera global y trabajando juntos por la estabilidad económica de las naciones menos desarrolladas,


- Encontrar formas de permitir viajes transfronterizos para fines esenciales, especialmente por científicos, profesionales médicos y líderes empresariales, en la medida en que no se perjudiquen los esfuerzos de control de enfermedades de ningún país.


Los líderes del G20 se comprometieron a trabajar tanto individual como colectivamente para proteger la vida de las personas, salvaguardar empleos e ingresos, restaurar la confianza, preservar la estabilidad financiera, reactivar el crecimiento, reducir al mínimo las perturbaciones en el comercio y las cadenas de suministro globales, prestar apoyo a todos los países que necesitan asistencia, y coordinar las medidas de salud pública y financieras. Creemos que tales esfuerzos coordinados también resultarán en una preparación global contra futuras pandemias.


 


A medida que COVID-19 comenzó a extenderse a nivel mundial, fuimos testigos de casos de miedo, xenofobia y discriminación, incluidos ataques verbales y físicos dirigidos a los asiáticos con demasiada frecuencia. Como destacó el ministro de Relaciones Exteriores, Kang Kyung-wha, en su entrevista con la BBC, es responsabilidad del gobierno detener la propagación de la xenofobia y la discriminación, y trabajar para forjar la solidaridad en medio de esta pandemia.


 



​<English>


More information : http://ncov.mohw.go.kr/en/  Central Disease Control Headquarters

The global community is facing an unprecedented crisis with the spread of COVID-19. We would like to share Korea's experiences and lessons learned in our fight against COVID-19, in hope that this information will help others in their fight against COVID-19 while minimizing disruptions in our daily lives.

 

We will briefly cover the current COVID-19 situation in Korea and elaborate on our response to the crisis based on the core principles of openness, transparency, and democratic values, as well as our effective control strategy to test, trace, and treat. 

 

Will we explain our TRUST campaign in depth, which stands for Transparency, Responsibility, United Action, Science, and Together in solidarity.  The world is a diverse place with many different cultures and values, but we believe that “TRUST” can be a universal guiding principle that other countries can apply in their fight against COVID-19. 

And finally, we will propose that the only way forward to combat this pandemic is based on a global alliance that requires close cooperation of every country.  The virus knows no borders and doesn’t discriminate – the world must unite in order to successfully overcome this common threat to humanity.

At the beginning of the outbreak, the exhaustive testing of at-risk people in the epicenter of Daegu, the 3rd largest city in Korea, resulted in a surge of hundreds of new cases every day. The Republic of Korea responded promptly to locate and place all contacts of confirmed cases into quarantine, and these swift actions effectively contained the virus from spreading to other regions without having to lock-down the entire city. This allowed people in other areas of Korea to continue their economic activities with judicious precautions, thereby greatly reducing the disruptive effects on the economy and their daily lives.

 

New confirmed cases per day have steadily declined since its peak of 909 on 29 February. Since mid-March, the daily number of patients who fully recovered, tested negative for COVID-19, and discharged from hospitals or treatment centers has surpassed the number of new confirmed cases.

However, we continue to be vigilant as we are aware that sporadic spikes and growing cases from inbound travelers can lead to further outbreaks.

Each country is faced with its own political, social, and economic challenges, but Korea’s experiences could provide valuable insights and lay the foundation for effective control strategies that minimize disruptions to people’s daily lives.

 

Before explaining Korea’s response to COVID-19, we would like to put in to context that Korea is a vibrant democratic society and its economy relies on international trade and the flow of people, goods and services. Korea has a robust public health care system which was strengthened after experiencing SARS in 2003 and MERS in 2015, as well as one of the most advanced Information and Communications Infrastructures in the world. Koreans also have a high level of civic awareness which guides their behaviors especially in times of crisis, actively practicing social distancing and voluntarily taking necessary precautionary measures.

 

Such factors allowed and, to an extent, obliged the Korean government to adopt a more preemptive, rigorous and innovative approach while respecting democratic values and maintaining openness and transparency. Korea’s COVID-19 control strategy can be summarized into 3 main actions: test, trace and treat.  

Robust diagnostic testing capability lies at the core of our control strategy.  Our current diagnostic testing capacity is up to 20,000 tests per day, and as of April 30th, more than 619,000 COVID-19 tests have been conducted. This was possible due to fast-track authorization of test-kits developed by biotech companies, rapid transfer of technology to relevant sectors, and close cooperation between public and private institutions to facilitate large scale testing.

Currently, COVID-19 tests are conducted at 118 testing institutions across the country, including the Korea Centers for Disease Control and Prevention (KCDC), National Quarantine Stations, Research Institutes of Public Health and Environment, and other private medical laboratories and hospitals.

 

The Korean government ensured that testing was easily and readily accessible by the public while the safety of front-line medical workers were protected by introducing drive-thru and phone-booth testing stations.

 

Testing is free for suspected patients who are referred by doctors, or anyone who has been in contact with a confirmed case, regardless of their nationalities.

Korean Government is vigorously tracking those who have been in contact with confirmed cases, utilizing credit card transaction history, CCTV footage, and mobile phone GPS data when necessary, within the scope of our domestic law (Infectious Disease Control and Prevention Act)*. Every effort is made to protect any personal information, and only relevant, anonymous information is disclosed to the public, to alert others that may have come in contact with confirmed patients.

 

Any contacts identified through epidemiological investigations are tested for COVID-19, put under self-quarantine and are assigned to case workers via “Self-quarantine Safety and Protection App”, which allows officials to monitor their symptoms twice a day and be alerted when they break self-quarantine by tracking their GPS.

 

*Information required by the public to prevent the spread of infectious diseases may be disclosed under the ‘Infectious Disease Control and Prevention Act.’ Disclosure is strictly limited to data relevant and necessary to the prevention of infectious diseases and anonymized to protect personal information according to the guidelines provided by KCDC.

As COVID-19 infection can manifest with mild or no symptoms, we prioritize early detection through preemptive screening and rigorous contact tracing, followed by treatment at the earliest possible stage to increase the likelihood of recovery. As a result, COVID-19 case fatality rate in Korea is very low, at 2.29% (as of 30 April).

 

At the beginning of the outbreak, all confirmed patients were placed into hospitals to prevent community spread, but we promptly learned that even the most robust health care system would quickly run out of capacity. To make sure that critical care resources were available for those in serious conditions, a Patient Management System was established, where a network of medical professionals categorizes the patients into four groups based on condition and assigns them to appropriate care facilities. To manage the sudden influx of cases, the government designated 67 hospitals to exclusively treat COVID-19 patients.

 

Patients with mild symptoms are accommodated in temporary quarantine facilities called Living Treatment Centers, and checked by healthcare professionals at least twice a day. Patients in moderate, severe, and extremely severe groups are immediately placed in designated hospitals based on the category.

The Korean government put measures in place to manage the potential risk of cross-border traffic, not with blanket entry ban, but with continuous adaptation and fine-tuning of measures designed to control and track inbound travelers. These measures include special entry procedures, self-diagnosis mobile app, mandatory testing, and self-quarantine for two weeks of all inbound travelers.

 

Special measures to prevent COVID-19 from leaving Korea was also implemented, such as the ban on the exit of anyone under self-quarantine, and COVID-19 Free Airport Program, which includes a 3-step temperature monitoring program on outbound passengers.

 

All of the efforts and measures to combat COVID-19 that we have covered so far in this presentation were initially characterized into our TRUST campaign, which stood for:

  • Transparency,

  • Robust screening and quarantine,

  • Unique but universally-applicable solutions,

  • Strict control,

  • and Treatment

     

    Following the first TRUST campaign that represents all specific measures taken when the spread was at its peak, we evolved TRUST into a guiding principle that can be applied universally based on all of the experiences and hard lessons that we learned.

    TRANSPARENCY

    From the early stage of COVID-19, the Korean government tried to keep the public fully informed. Since day one, press briefings have been held twice a day with simultaneous interpretation in sign language. These briefings are live-streamed on the internet (www.arirang.com) with simultaneous interpretation in English for international viewers as well. Relevant information is also provide via mobile apps and text alerts.

    RESPONSIBILITY

    Governments should take all available measures to contain the spread of COVID-19 while mitigating the social and economic risks at the same time. Aside from vigorous testing, tracing and treating efforts, the Korean government is implementing expansionary macroeconomic policies as well as financial stabilization measures worth 100 billion US dollars to relieve the burden on micro-business owners and the self-employed and to support businesses faced with liquidity shortage. In addition, regardless of one’s nationality, the Korean government provided free tests for all suspected patients who had contact with the confirmed or referred by doctors and free treatment for all confirmed patients to leave no one behind in our fight against COVID-19. It also contributed to effectively containing the spread through exhaustive testing of all suspected people.

    Civil responsibility constitutes another critical pillar to the fight against COVID-19. The Korean government’s preemptive measures and transparent communication raised public trust and awareness, which resulted in an active participation in personal sanitation and social distancing. It also led to an outpouring of support from volunteers whose activities range from disinfecting public places to distributing food and care packages to those under self-quarantine.

    UNITED ACTIONS

    United actions by the government, research institutions and private companies have paved the way for prompt development, fast approval and mass production of test-kits. It also allowed Korea to promptly supply test-kits to other countries.

    Korea has also maintained a whole-of-government approach. Since upgrading the health alert for COVID-19 to the highest level, Central Crisis Management Committee, chaired by the Prime Minister and comprising all relevant ministers, 17 provinces and major cities, has been established to allow prompt allocation and reallocation of resources for disease control. This has also enabled us to quickly adjust and fine-tune our measures with minimum disruption.

    SCIENCE and SPEED

    Korean government applied innovative technologies, such as drive-thru and open-air walk-thru testing stations, for a speedy response. Recently, Korea also initiated a prospective cohort study on domestic COVID-19 cases in close collaboration with the WHO, with the expectation that clinical, epidemiological and immunological studies may contribute to international efforts to fight the COVID-19 and provide scientific grounds for drawing up guidelines and recommendations.

    TOGETHER in solidarity

    In the spirit of solidarity, nations should work together to share best practices and coordinate on public health and financial measures, preserve financial stability, develop cures and vaccines while minimizing disruption in trade and global supply chains, especially of essential medical products such as PPE (Personal Protection Equipment) and test-kits.

    Korea is committed to sharing its information, best practices and lessons learned with the international community. Korea also stands against xenophobia and discrimination.

    The international community is facing an unprecedented global crisis with the spread of the COVID-19, which has stalled or ended the lives of those infected by the virus, restricted movement of people, closed borders, disrupted global supply and distribution networks, and spread panic and xenophobia.

     

    As stated by the UN Secretary-General, we are only as strong as the weakest health system. To beat COVID-19 and recover from the devastation it has wrought, an unprecedented level of global cooperation and solidarity is needed.  No country will be completely safe until the whole world recovers.

    Republic of Korea has successfully managed to contain the initial spread of the virus and we are actively assisting our international partners with best practices, lessons learned, data, supplies, and other resources.

     

    The Korean government is also holding bilateral and multilateral telephone and video consultations with many countries, at various levels and sectors such as Disease Control and Prevention Agencies, to share information and formulate a coordinated response.

     

    We are doing our utmost to meet the demand in other countries for medical equipment and supplies by ramping up domestic production capacity.  Korea has already supplied test-kits to more than 106 countries and is providing other humanitarian assistance to countries with less developed healthcare systems.

    President Moon Jae-in took part in the Extraordinary Virtual G20 Summit on March 27th, chaired by Saudi Arabia, to advance a coordinated global response.

    During the Summit, President Moon made the following proposals to strengthen the coordination of policy response to the COVID-19 crisis.

  • Sharing clinical data, quarantine experiences as well as working together towards developing cures and vaccines,

  • Supporting nations with less developed healthcare systems,

  • Adopting expansionary macroeconomic policies, strengthening the global financial safety net and working together for the economic stability of the least developed nations,

  • Finding ways to allow cross-border travel for essential purposes, especially by scientists, medical professionals and business leaders, to the extent that we do not undermine any one country’s disease control efforts.

    The G20 leaders committed to work both individually and collectively to protect people’s lives, safeguard jobs & incomes, restore confidence, preserve financial stability, revive growth, minimize disruption in trade and global supply chains, provide support to all countries in need of assistance, and coordinate on public health and financial measures. We believe such coordinated efforts will also result in global preparedness against future pandemics.

    As COVID-19 began to spread globally, we witnessed instances of fear, xenophobia and discrimination, including verbal and physical attacks targeting Asians all too often. As emphasized by Foreign Minister Kang Kyung-wha in her BBC interview, it is the governments’ responsibility to stop the spread of xenophobia and discrimination, and work towards forging solidarity in the midst of this pandemic.

     

loading