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Corea del Sur: un país que acepta los retos

DATE
2011-10-03


ANIVERSARIO 

Corea del Sur: 

un país que acepta los retos

EL AUTOR RINDE HOMENAJE AL PUEBLO COREANO QUE ES UN EJEMPLO MUNDIAL

Luis Beiro
Santo Domingo

La República de Corea está de fiesta. Se acerca su Día Nacional y, como cada año, se prepara para celebrarlo. Aquí, en Santo Domingo, la sede diplomática reunirá a sus buenos amigos y socios estratégicos para rendir cuentas, tomar un minuto de respiro y continuar aunando voluntades en su propósito de hacernos crecer.

Luis BeiroSanto DomingoLa República de Corea está de fiesta. Se acerca su Día Nacional y, como cada año, se prepara para celebrarlo. Aquí, en Santo Domingo, la sede diplomática reunirá a sus buenos amigos y socios estratégicos para rendir cuentas, tomar un minuto de respiro y continuar aunando voluntades en su propósito de hacernos crecer.

Con independencia de esta efeméride, los coreanos “viven” la fiesta cotidiana. Esa que todos los días se respira a lo largo y ancho de su país. El coreano es alegre, dinámico y respetuoso. Ha luchado contra el tiempo y lo ha vencido, siempre con buen humor. Es políglota, hospitalario y acepta los retos. Hace gala de su puntualidad y exhibe con orgullo su identidad y su cultura.

Baila bien, pero prefiere el karaoke. El coreano promedio canta con melodiosa tesitura por una razón muy especial: la música es una asignatura escolar obligatoria.

Un júbilo constante invade a este laborioso país que hoy se incluye entre las 15 potencias económicas del mundo, y donde el 98 por ciento de su población sabe leer y escribir: les gusta hacer las cosas bien y en el menor tiempo posible.

Los coreanos creen que la educación es la principal base del desarrollo. Por eso es obligatoria, al igual que el Servicio Militar. Con este último garantizan que la juventud complete su educación bajo principios de disciplina.

Ellos trabajan sin descanso. Lo han hecho durante toda su vida, tanto en las buenas como en las malas; ya bien cuando los invasores destruían una y otra vez su territorio, o en la actualidad, cuando su producción de alta tecnología es requerida por la mayoría de los países.

También han entendido que la disciplina es fundamental para alcanzar altos niveles socioeconómicos.

Piedra a piedra, la República de Corea renació de sus cenizas. Hoy la habitan 48 millones de habitantes, doce de los cuales se concentran en Seúl, su capital que algún día no muy lejano se convertirá en el centro cultural más importante de Asia.

El río Han, que divide a Seúl en dos, es cruzado por 25 modernos puentes constantemente congestionados por el tránsito vehicular. En la capital circulan alrededor de diez periódicos, cuatro de ellos con ediciones en inglés, con tiradas impresionantes que se agotan de una vez.

Su música y sus telenovelas ya triunfan en América. En cada país del Nuevo Mundo, incluyendo la República Dominicana, existen grupos de jóvenes seguidores de la cultura coreana.

Su cine es el acontecimiento de mayor trascendencia del nuevo milenio dentro del séptimo arte.

Corea y la República Dominicana
Cuarenta años atrás, Corea era un país similar a Haití en cuanto a pobreza y a destrucción de su territorio (en su caso, por la Guerra Civil). En ese tiempo, según escribió Miguel Franjul en un editorial del Listín Diario: “La iglesia dominicana recogía limosna para ayudar a Corea del Sur, por entonces una nación dividida, ensangrentada y empobrecida por una guerra de tres años”. Ese gesto de la República Dominicana, no ha sido olvidado por los coreanos. Ellos lo siguen agradeciendo como si hubieran recibido millones de dólares. El ex embajador Kang Sung-zu comentó una vez: “No importa la cantidad, sino el gesto. Es triste ver a potencias que pudieron aportar millones de dólares y no lo hicieron y es hermoso ver países que, como la República Dominicana no estaban en condiciones de aportar nada y sin embargo recaudaban lo que podían a través de las colectas de sus ciudadanos. Ese gesto habla muy en alto de la calidad humana de este país”.

Las relaciones entre Corea del Sur y República Dominicana se iniciaron el 6 de junio de 1962. La embajada fue inaugurada en diciembre de 1980 y la apertura de la embajada dominicana en Seúl fue en marzo de 1983.

Su sede diplomática en Santo Domingo no descansa. Junto al control y supervisión de la colaboración bilateral, se organizan jornadas culturales, visitas a comunidades, apoyo a iniciativas sociales, además de seguir de cerca la labor de los 33 voluntarios de la Agencia de Cooperación Internacional de Corea (KOICA) que prestan sus servicios en varias zonas del país en diversas áreas, como medio ambiente, salud, y cultura.


SU HISTORIA
NACIMIENTO DE UNA NACION
En el año 2333 antes de Cristo, se fundó el reino de Joseon, conocido como “Gojoseon” que, con el paso del tiempo, se convirtió en lo que conocemos hoy como la Península de Corea. Después de numerosas guerras, este reino se desintegró.

 La antigua Corea pasó a albergar una serie de ciudades-estados que se caracterizaron por la mala fortuna de vivir en constantes guerras, Tres de esos estados dominaron la escena histórica de Corea por más de doscientos años, en el periodo conocido como los Tres Reinos de Corea. En el año 676, se logró unificar casi todo el territorio.. En 918, el general Wang Geon fundó el reino de Goryeo (o Kory, de donde proviene el nombre de Corea). En el siglo XIII, la invasión de los mongoles debilitó a Goryeo: después de casi treinta años de guerra, el reino conservó el dominio del territorio coreano, aunque en realidad era un tributario más de los mongoles. Al final del Imperio Mongol, siguieron otras luchas políticas y, tras la rebelión del General Yi Seong-gyeen 1388, la dinastía Goryeo fue reemplazada por la dinastía Joseon. (Fuente, Wikipedia) 
 

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