El Embajador Lim Soosuk visitó, el martes 14 de octubre, el Cementerio de los marinos coreanos de Las Palmas junto con los presidentes de la Asociación de Residentes Coreanos en Gran Canaria y en el resto de España.
En el panteón del Cementerio, rindieron homenaje a los 117 marinos coreanos que, en los años más difíciles del desarrollo económico de la República de Corea, dedicaron sus vidas al trabajo en mares lejanos y no pudieron regresar a su patria. En este lugar descansan sus sudores y lágrimas.
Entre 1966 y 1987, los marinos coreanos enviaron nada menos que 870 millones de dólares a su país, una cifra significativa si se considera que en 1970 las exportaciones anuales de Corea apenas alcanzaban los mil millones de dólares. Su contribución fue, por tanto, de gran importancia para el crecimiento económico nacional.