Son tres las preguntas que me plantea y creo que varios de los temas están interrelacionados, así que pueden ser agrupados en tres grandes áreas.
Obivamente desde el punto de vista de mi Gobierno, promover la desnuclearización y el proceso de paz es una tarea que sigue en marcha. Avanzar en este asunto es algo que interesa siempre al Gobierno surcoreano, pero respecto a donde estábamos hace un año, creo que ahora estamos en una situación mucho mejor. Hace un año, estábamos frente a una creciente tensión y contra una Corea del Norte que realizaba su sexta prueba nuclear, así como una serie de ensayos de misiles. Como resultado de ello, la comunidad global adoptó sanciones, que todavía se mantienen vigentes y seguirán hasta que podamos estar seguros de que Corea del Norte se desnuclearizará. Hoy, por el contrario, estamos en una situación en la que ya se organizaron dos cumbres intercoreanas y la primera cumbre Corea del Norte-Estados Unidos de la historia, reuniones a través de las cuales los tres países acordaron hacer esfuerzos para una desnuclearización completa o más específicamente, la completa desnuclearización de Corea del Norte. También acordaron trabajar para establecer un sistema de paz que sustituya el armisticio actualmente vigente. Así, en un esquema amplio, logramos grandes avances, pero impulsar las negociaciones hasta alcanzar el objetivo propuesto es lo que nos interesa en el día a día a estas alturas. Actualmente estamos preparando una tercera cumbre entre el presidente surcoreano y el dirigente norcoreano para la próxima semana en Pyongyang, esperando que marque un paso significativo hacia la desnuclearización y la paz.
El segundo tema es la expansión del proteccionismo. Yo creo que este asunto guarda relación con el nacionalismo que adquiere fuerza en muchos países. La tendencia a cerrar las fronteras es más patente en el sector comercial, sin embargo también se observa respecto a todo lo que es la migración. Mi opinión es que en esta era de la globalización, la circulación de personas es una parte natural de la vida diaria y el mundo ha reaccionado a ella abiertamente. Solo que en años recientes, ha surgido una crisis migratoria en Europa y fenómenos similares que estamos presenciando en todos lados. Las fronteras se están cerrando y esto supone una pérdida porque la co-prosperidad en esta era globalizada depende en gran medida de tales intercambios de personas más allá de las fronteras. Naturalmente, habrá que contener los efectos secundarios y definitivamente la prerrogativa de los gobiernos nacionales será controlar sus fronteras. No obstante, eso lo tendremos que hacer dejando las puertas abiertas para ese intercambio de personas. Es una cuestión sobre proteccionismo y nacionalismo. En cuanto a las corrientes proteccionistas existentes en el comercio, por supuesto son objeto de preocupación. Es un tema que inquieta a todos los que abogan por el comercio libre y justo. Corea del Sur es altamente dependiente del comercio exterior y de las relaciones económicas internacionales, y creo que todos los que estamos a favor del comercio libre y justo deberíamos asegurarnos de contrarrestar esas corrientes proteccionistas a fin de defender el sistema de comercio multilateral.
En tercer lugar, estamos promoviendo una nueva política para fortalecer nuestras relaciones con los vecinos del sur, como los estados-miembro de la ASEAN, India, Pakistán y Sri Lanka. En esta región, ya existen varias iniciativas en marcha, como la Iniciativa Indo-Pacífica y la del Cinturón y la Ruta de la Seda. Estas iniciativas son positivas porque enfatizan la centralidad de esta región, la centralidad de la ASEAN. Sin embargo, debemos procurar que sean impulsadas de una manera complementaria para garantizar la receptividad, la inclusión, la transparencia y la compatibilidad con las normas internacionales.
Anteriormente comenté de forma breve lo que el vice primer ministro de Vietnam declaró respecto a la región Indo-Pacífica. Y es que existen diversas iniciativas de países, pero lo importante es que los principios fundamentales de receptividad, inclusión y transparencia sean los ejes. Creo que la centralidad de la ASEAN es también un elemento fundamental, de ahí que la nueva política hacia el sur del Gobierno coreano está diseñada para cooperar más con la ASEAN y generar un impulso hacia un mayor crecimiento en esta era de la Cuarta Revolución Industrial; en otras palabras, utilizar las posibilidades que la tecnología ofrece para mejorar la conectividad y acortar la brecha de desarrollo dentro de la ASEAN. En esta área, es decir en el sector de la tecnología informática, Corea posee experiencias avanzadas y creo que podremos compartir nuestra experiencia en gobierno electrónico, comercio electrónico, ciudades y fábricas inteligentes para superar los aludidos retos que afronta la ASEAN en cuanto a conectividad y brecha de desarrollo.
Por todo esto, pienso que las iniciativas deberían realmente enfocarse en la centralidad de la ASEAN y así podremos compartir nuestros intereses para garantizar la complementariedad.
El ministro Kono ya estará informado de que tal y como existen tendencias proteccionistas, existe al mismo tiempo una gran corriente a favor de la expansión del comercio libre y justo, y el TPP es ciertamente una iniciativa muy importante. Al igual que el ministro Kono, también espero que Corea pronto pueda ser parte de ese acuerdo de cooperación económica. Solo que a la vez están en marcha otros debates sobre la ampliación de los tratados de libre comercio en vigencia, ya sea a nivel bilateral o regional. Así que no es solo el proteccionismo lo que está ganando terreno, pues son igualmente arduos los esfuerzos por preservar y extender el comercio libre y justo.
Creo que el presidente Joko Widodo señaló algo muy importante en la sesión plenaria ayer, que la Cuarta Revolución Industrial nos brinda la oportunidad de vivir en un mundo donde los recursos no son limitados sino ilimitados, donde los recursos no son finitos sino infinitos, porque las tecnologías de la Cuarta Revolución Industrial nos permiten desarrollar los recursos humanos hasta un grado al que antes nunca hubiéramos podido llegar con los métodos tradicionales de educación, así como usar los recursos materiales de los que disponemos de una manera mucho más inteligente y eficiente. Esto aumenta enormemente los recursos, tanto humanos, como materiales que la sociedad puede usar; y creo que el sureste asiático tiene un gran potencial para realmente aprovechar esa posibilidad que nos da la Cuarta Revolución Industrial. Alguien dijo que la Cuarta Revolución Industrial no debería ser referida como revolución sino como liberación, y esta es tal vez una expresión que describe mejor el potencial que nos ofrece.
Por supuesto, y como ocurre con todo avance tecnológico, existe también el peligro de que la Cuarta Revolución Industrial no sea canalizada correctamente. Es aquí donde deben intervenir los gobiernos. No debemos dejar que estas tecnologías evolucionen por cuenta propia. Deben existir ciertos marcos regulatorios para que los beneficios sean para toda la sociedad. Una buena administración y una buena política, serán básicamente el papel de los gobiernos. Pero también serán conscientes de que debemos asegurarnos de que las nuevas tecnologías no exacerben la brecha de desarrollo dentro de las sociedades, la brecha entre pobres y ricos, la brecha entre hombres y mujeres; y aquí es donde se vuelven indispensables las reflexiones políticas.
Creo que es un reto para los gobiernos asumir las posibilidades y los desafíos que los avances tecnológicos plantean, así como diseñar políticas de educación para formar a personas adaptadas a los propósitos fijados sin perder el enfoque humanitario. Pero también pienso que los gobiernos deben tener cuidado y no intervenir demasiado. Pongamos como ejemplo el kpop. A donde quiera que vaya, me quedo asombrada ante el amplio apoyo y entusiasmo que genera la cultura pop coreana en tantos países. Y esto no tiene nada que ver con políticas gubernamentales. Es el resultado de la creatividad y la espontaneidad de la juventud de hoy, que es tan ágil en el uso de dispositivos tecnológicos. Aquí, el gobierno no debería inmiscuirse. Pues el trabajo del gobierno es abrir nuevas posibilidades y en particular, implementar marcos regulatorios que incentiven la creatividad, en vez de estorbarla. Es difícil. Es extremadamente difícil, pero ese es el deber del gobierno.
Si me permiten, quisiera contestar a la pregunta sobre Corea y Vietnam. Las relaciones entre ambas naciones son de mutuo beneficio y están creciendo. Vietnam es nuestro mayor socio comercial dentro de la ASEAN, el mayor destino de las inversiones surcoreanas y el destino al que van más turistas surcoreanos en la región del sureste asiático. Estimo que operan en Vietnam entre 7.000 y 8.000 negocios administrados por coreanos con el apoyo del Gobierno local. Lo que buscamos en esta relación es la co-prosperidad y nuestro propósito es cumplir la promesa de satisfacer las necesidades, tanto del Gobierno, como del pueblo vietnamita a través de la misma.
Mi respuesta a esa pregunta la terminaré aquí. Pero, las relaciones entre China y Estados Unidos, vistas solo desde el punto de vista comercial, parecen estar atravesando momentos de tensión. Lo que debemos recordar es que estos países son los dos mayores actores sobre el escenario global cuyos intereses estratégicos divergen en unas ocasiones y convergen en otras. En cuanto al asunto nuclear norcoreano, creo que sus posturas coinciden, ya que ambos se esfuerzan por la desnuclearización. Y es que un interés estratégico en común es inducir a Corea del Norte a la completa desnuclearización y esto se debe también a que son dos de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que tienen la responsabilidad primaria de velar por la paz y la seguridad mundial. Por lo tanto, creo que es necesario que uno vea en un contexto más amplio la relación entre estas dos potencias. Puede haber momentos de tensión, pero también habrá momentos de coincidencia estratégica.
Esa es siempre una pregunta difícil para mí porque la respuesta puede variar, dependiendo de si estamos hablando de hoy, ayer, mañana, la próxima semana o el mes que viene. Lo que sí puedo afirmar es que considerando la agenda primaria de políticas exteriores que tengo entre las manos, puedo ser optimista y que una península coreana desnuclearizada y pacífica contribuirá en gran medida a la dinámica de paz en toda esta región.